Trabajo Espiritual
El
propósito que guía el trabajo espiritual no es otro que ver el tejido invisible
de la naturaleza y los seres vivos que la habitan.
La
vida está entretejida como una telaraña que une todo lo que nos rodea, este
tejido invisible enlaza la tierra, los planetas, las estrellas, los animales,
los humanos, las plantas, el líquido elemento de los ríos y los mares.
Resumiendo la vida está entretejida y no estamos separados de nada ni de nadie
en lo que concierne a la energía que nos rodea, por lo que tenemos que buscar y
mantener el equilibrio de las cosas con la vibración adecuada que armonice con
el entorno.
El
universo está constituido por un sistema de filamentos entretejidos, cuando
tocamos uno estamos influyendo en otro lugar cercano o lejano en el tiempo y
espacio. Nuestros actos y pensamientos tocan estos filamentos invisibles,
repercutiendo en forma positiva o negativa según el comportamiento de causa y
efecto.
¡PORQUÉ
SE OLVIDA EXPLICAR LA REALIDAD DE LA VIDA EN EL VIAJE INTERIOR!
El
profundo interés por las prácticas milenarias, que hablan del ser humano de hoy
indicándole los caminos que le llevan a la superación, ha aumentado en nuestra
época gracias al descontento de la población con relación a las religiones,
política y ciencia, que carece de sentido, aumentada por la manipulación del
segundo poder como son los medios de información (denominadas los 4 jinetes de
la apocalipsis moderna).
Estamos
viendo crecer demasiadas sectas y gurús que proponen a sus adeptos el paraíso
perdido tergiversando las leyes universales que se complementan entre sí,
interactuando unas con otras y de forma aislada estarían cojas del sentido
global. Se dice que estamos creando realidad solo con el pensamiento positivo,
sin explicar que el ordenador (cerebro) ya está formateado, y si no nos vaciamos
de lo que nos hace reaccionar, empezando nuestra transformación en la práctica,
superando los obstáculos que te va poniendo la vida como maestro y solo hablamos
sin actuar, no hemos realizado el esfuerzo que requiere andar el camino,
experimentando y aprendiendo de nuestros errores.
Te
dicen cómo es la felicidad ideal o una gloriosa escapada al sueño astral y la
música de las esferas, vibrando en armonía en el entorno.
Cuando
estamos compartiendo la sabiduría de culturas iniciáticas indígenas nunca te
hablan los sabios, místicos o grandes maestros de nada de esto. Todos ellos
preconizan una aventura interior que en ningún caso está separada de la vida,
siendo en ella en la que formamos nuestras raíces, viviendo el presente y
superando los obstáculos o pruebas que nos pone como maestro de evolución, para
que completemos nuestra misión en las tres etapas básicas del camino:
1ª
ETAPA: adquirir humildad cuando tienes ruido y pocas nueces, siendo consciente
de tus cosas, aprendiendo a respetarte, respetar a los demás y responsabilizarte
de tus actos.
2ª
ETAPA: siendo inteligente para aprender de tus errores y poder seguir
evolucionando en el camino.
3ª
ETAPA: siendo maduro para superarlas y empezar tu renovación libre de cargas
cerebrales de pensamientos dogmáticos, entrando en la mente como unidad y
totalidad del ser, empezando un camino sereno y desprendiendo de ataduras para
poder ver, dejando que te vengan las cosas forjando el edificio de tu futuro,
ladrillo a ladrillo en tu presente y cumplir tu destino.
Al
iniciado hay que enseñarle que en él mismo está la verdad y la respuesta a todas
las preguntas:
¿Quién
soy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué debo hacer? ¿Cómo hago esto?
Al
enseñarle relajación, meditación y herramientas de higiene mental y energética,
le ayudamos a conseguir un estado vagal, mejorando la respuesta cerebral (ciclos
cerebrales más bajos) y la tensión o estrés que tenga. Permitiéndole abrirse así
mismo a la realidad del mundo que le rodea, a sus sueños y al universo,
entendiendo que todo es igual (fractalidad). Marcando la diferencia de como
resonamos de forma armónica con los que nos rodea sin interferencias.
Hay
que empezar a desmitificar las cosas que no son sencillas, pero pasando por la
experiencia de aprender por prueba y error que nos permite tener entendimiento
de la sabiduría que hemos aprendido. El entendimiento nace del esfuerzo, de uno
mismo, al integrar, relacionar y sintetizar algo para hacerlo sencillo, cuando
hemos pasado por ello. De ahí el refrán que nos preceden los hechos no las
palabras, que se las lleva el viento.
Si
no empezamos a andar el camino de la vida, es que no miramos de frente a
nuestros miedos, frustraciones, tabúes, prejuicios, etc., para ir superándolos
desde nuestro presente y conseguir vencer el programa de ordenador que nos
mantiene en la cárcel de nuestra personalidad, haciéndonos reaccionar sin tener
detrás la paciencia y la sabiduría entendida para actuar en el presente de lo
que nos viene.
Resumiendo
lo que nos cuentan está bien y es bonito pero hay que llevarlo a la práctica que
es lo difícil, requiere de un esfuerzo, sacrificio y el sufrimiento que conlleva
el apego emocional, para superarlo. Si no tuviéramos verdades que defender
(nuestro límite) y resonáramos en armonía (silencio interno), nos encontraríamos
sin límites para enfrentarnos a los enigmas de la vida, queriendo descubrirlos
sin miedo a lo que hay detrás, ya que el futuro se crea en cada instante del
presente...
Comentarios
Publicar un comentario