Ritual de las velas en la noche de San Juan 2016
Si
alguna vez has hecho algún tipo de ritual con velas sabrás que cada una de
ellas tiene un significado muy especial. Según el color que se utilice se
conseguirá potenciar un aspecto de nuestra vida u otro.
Uno de
los mejores momentos para hacer este tipo de hechizo es en la noche de San Juan
(la noche del 23 al 24 de junio). Es la noche más larga del año por lo que la
energía blanca mana de una forma muy especial, al alcance de cualquier persona
que quiera encauzarla.
Tan
solo necesitaremos una vela.
Debe de
ser encendida exactamente a las 12 en punto de la noche. Asegúrate de no
perderla de vista en ningún momento. Concéntrate en la llama y pide a San Juan
que te conceda el deseo que tienes en la mente.
Color
Rosa: Este tipo de vela se utiliza para problemas o peticiones
relacionadas con el amor.
Color Verde: Si quieres mejorar tu
relación laboral o algo que tenga que ver con los negocios o el dinero, esta es
tu vela.
Color Verde Claro: Para problemas relacionados
con la salud o prevención de aparición de enfermedades graves.
Color Azul: Relacionada con asuntos de
prosperidad. También para encontrar la paz en el caso de haber perdido a
alguien de forma muy reciente.
Color Rojo: Relacionado con la pasión o
para animar a personas que puedan estar deprimidas.
Color Amarillo: Para mejorar aspectos
relacionados con la inteligencia.
Color Violeta: Relacionada con el cambio.
Una buena aliada en el caso de que no tengamos que enfrentar a situaciones
difíciles.
Color blanco: Vela
para conseguir paz y tranquilidad. Puede
acompañar a todas las anteriores.
La Víspera de San Juan o Noche de San Juan es una festividad cristiana, si bien coincide
con otras fiestas de origen pagano (Litha) celebradas el
21 de junio (solsticio), en la que se suelen encender hogueras o fuegos, ligada
con las celebraciones en las que se festejaba la llegada del solsticio
de verano,
el 21 de junio en el hemisferio
norte, cuyo rito principal consiste en
encender una hoguera. La finalidad de este rito era "dar más fuerza al
sol", que a partir de esos días iba haciéndose más "débil" ―los
días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno―. Simbólicamente
el fuego también tiene una función "purificadora" en las personas que
lo contemplaban. La fiesta cristiana de San Juan es el 24 de junio, seis meses
antes del nacimiento de Jesús, que es el 24 de diciembre. Estos seis meses es
la diferencia que los evangelios indican entre uno y otro nacimiento. No
obstante, tres días de diferencia de ambas fechas con ambos solsticios hace que
no sea razonable asignar esta fiesta al solsticio, y los estudiosos se inclinan
por el hecho de que el 24 de diciembre, nacimiento de Jesús, se asocia más
razonablemente a la celebración judía de la Hanukkah o dedicación del Templo
(Jesús era el nuevo Templo para los cristianos). Según este razonamiento, la
fiesta de San Juan no tendría nada que ver con las celebraciones paganas del
solsticio de verano. Una diferencia de 3 días es demasiado margen para el
conocimiento astronómico de cualquier época que consideremos. En muchos lugares
no cabe duda de que las celebraciones actuales tienen una conexión directa con
las celebraciones de la antigüedad ligadas al solsticio de verano, influidas
por ritos precristianos o simplemente vinculados a los ciclos de la naturaleza.
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