☤MI BANDERA:



Tras una experiencia reveladora al hacerme los Registros Akásicos he podido saber quién me acompaña espiritualmente y recibir el consejo de mis guías así como saber cuál es mi misión e integrar los poderes que me acompañan en forma de los tres Arcángeles o Rayos de luz que forman parte de mí.

He realizado una bandera de éstos tres colores con el símbolo del Caduceo en el centro con ocho chakras en vez de los siete tradicionales.
El color amarillo representa la inteligencia y la confianza.
El color verde la fe y la sanación.
El color azul es la representación de la justicia y la verdad.

Paso a explicar en detalle los elementos y representaciones de mi bandera:

Rayo amarillo: Jofiel. Nombre: “Belleza del Señor” o “Sabiduría del Señor”. Potestad: Sabiduría divina. Día: Lunes. Color metafísico: Amarillo. El Arcángel Jofiel es el guardián de los buscadores de la Sabiduría y el Conocimiento, no en vano fue el encargado de custodiar el Árbol del Bien y el Mal. Para la tradición hebrea es una de las figuras más importantes, ya que se dice que este arcángel enseñó los misterios de la Kabbalah a Moisés. Ellos lo denominan con el sobrenombre de Príncipe de Shem, Príncipe de la Ley o Príncipe de la Torá. DECRETO: En cada persona percibo el Ser Divino y permito a todos los que me rodean manifestar lo mejor de ellos mismos. La Inteligencia Suprema opera y produce resultados divinos.
Rayo verde: Rafael. Nombre: “Sanador Divino”. Potestad: Sanación. Día: Jueves. Color metafísico: Verde. El Arcángel San Rafael es el encargado de cuidar de nuestra salud física y mental. San Rafael y su coro de ángeles sanan nuestras dolencias del cuerpo pero también del alma, siendo la mayor parte de las veces la manifestación de un desequilibrio o una desarmonización energética provocada cuando no somos sinceros con nosotros mismos y nos traicionamos callando, aguantando por intentar agradar a los demás, u optamos por soportar situaciones que nos resultan perjudiciales anímicamente. San Rafael es el “jefe” de los Ángeles de la Guarda y protector de los matrimonios y parejas. DECRETO: Las fuerzas sanadoras del Universo entran en acción liberándome de este estado y otorgándome la salud y armonía energética que mi cuerpo y mi alma necesitan.
Rayo azul: Miguel. Nombre: “Quién como Dios”. Potestad: Defensa de la Fe y la Justicia Divina. Día: Domingo. Color metafísico: Azul. San Miguel es uno de los arcángeles más populares y reconocidos. Tanto judíos [Mikha-El, מיכאל] como cristianos afirman que este Arcángel es el defensor de su Fe, destacando la lucha de Miguel contra Satanás. Para el Islam, en cambio, Mījā’īl o Mijal [ميخائيل] es un arcángel secundario cuya función se limita a difundir bendiciones. DECRETO: Nadie, ni ninguna circunstancia puede impedirme realizar mis aspiraciones más profundas en armonía con la voluntad de mi alma.

Caduceo de 8 chakras. En el Caduceo los siete principales chakras se sitúan en la intersección del cruce de las serpientes que representan la Kundalini. Cada uno tiene un poder y una localización en el cuerpo físico. El primer chakra de color rojo situado en el perineo es el de la supervivencia y seguridad. El segundo debajo del ombligo, de color naranja es el de la sexualidad y creatividad. El tercero de color amarillo se sitúa en el plexo solar y representa la identidad y el poder personal, la voluntad del ser. El cuarto es el del corazón, color verde, representa las emociones y los sentimientos; el amor. El quinto chakra se sitúa en la garganta, tiene color azul y su motivación es la comunicación tanto hablada como expresiva y la verdad. El sexto chakra está en el tercer ojo (el entrecejo), su color es el índigo y tiene el poder de la intuición y la visión interna. Por último el séptimo chakra está situado en la coronilla, se representa en color púrpura o a veces blanco o cristalino; su misión es la comprensión, la conexión con la luz universal.

Yo he añadido un octavo chakra: El Octavo Chakra es conocido también por el nombre de Estrella del Alma y está situado justo encima de la parte superior de la cabeza. Antiguamente, cuando la gente aún no había perdido parte de su clarividencia, veían en los sabios y santos una aureola dorada justo encima de la cabeza. Esta aureola dorada, símbolo de la transfiguración espiritual, es lo que llamamos el octavo chakra.

Fortalecer nuestra la relación con nuestro ser interior nos puede ayudar a activar la Estrella del Alma. Centrar la conciencia en el amor, la paz absoluta y la aceptación del destino con alegría, permiten a que nuestra Alma se expanda y pueda cumplir con su propósito en esta vida. Entonces es cuando este chakra luce vistosamente ya que aparece como consecuencia de la culminación de todo este propósito. Incluso sin tener plena conciencia de esto pero actuando con armonía este chakra puede llegar a aparecer y ser visible.

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