ORACIONES

"Hay un momento en el que la vida, tal cual es, en el que la consciencia humana, tal cual es, parece una cosa absolutamente imposible de soportar, esto crea una especie de disgusto, de repugnancia; uno dice: ¡Ah no! esto no es, esto no es, esto no puede ser, esto no puede continuar. Pues bien, cuando se ha llegado a ese punto, no hay más que arrojar todo –el esfuerzo de uno, toda la vida de uno, todo el ser de uno– hacia esta oportunidad, si puede llamarse así, para esta ocasión excepcional que se ha abierto de pasar a otro lado.

¡Qué alivio colocar un pie sobre el nuevo camino, ése que os llevará a otra parte! Merece la pena ir dejando atrás todas las cargas, despojarse de muchas cosas para poder dar este salto. Es así como yo veo el problema.

En el fondo, ésta es la más sublime de las aventuras, y si uno tiene en sí, por poco que sea, el verdadero espíritu de aventura, merece al pena arriesgar el todo por el todo”.

"Que Tu luz sea en mí como un Fuego que da Vida;

que Tu divino Amor penetre en mí.

Yo aspiro con todo mi ser a que Tu reino

sea soberano y dueño de mi mente y de mi corazón y de mi cuerpo;

permíteles que sean tus dóciles instrumentos

y tus fieles servidores.

¡Paz, paz en toda la tierral

Que todos salgan de la consciencia ordinaria

y sean liberados del apego a las cosas materiales;

que despierten al conocimiento de tu divina presencia;

que se unan a tu suprema consciencia

y saboreen la plenitud de paz que brota de Ella.

Señor, Tú eres el Maestro Soberano de nuestro ser.

Tu ley es nuestra ley,

y con toda nuestra fuerza

aspiramos a identificar nuestra consciencia

con tu consciencia eterna para que pueda cumplirse

Tu sublime obra en cada cosa y en cada momento.

Señor, líbranos de toda preocupación por contingencias.

Líbranos de la perspectiva ordinaria de las cosas.

Haz que podamos en lo sucesivo

ver sólo con Tus ojos y actuar sólo con Tu voluntad.

Transfórmanos en antorchas vivas de Tu divino amor.

Con reverencia, con devoción, en una jubilosa consagración de todo mi ser

me entrego ¡Oh Señor!

al cumplimiento de Tu ley.

¡Paz, paz en toda la tierra! “