La "actitud mágica"

La "actitud mágica" podría definirse así: Yo soy lo que tengo, tengo lo que quiero, y lo que quiero, lo pido, lo exijo, a partir de lo que soy. Lo exijo tan sólo con mi voluntad, pues ella es la que gobierna sobre lo que poseo y sobre lo que he de obtener. Quiero que "X" me ame, que las nubes traigan lluvia, ver este mundo dentro de cien años, conocer los pensamientos de mi amado. Si quiero algo de lo antes dicho, si lo deseo, es suficiente. MI DESEO ES TODOPODEROSO, sólo debo expresarlo con fuerza, materializarlo de algún modo, fortalecerlo de nuevo y concentrarlo de una forma individualizada. Aleister Crowley, quizá el único mago del siglo XX, describe la "experiencia mágica" de la manera siguiente: "Yo soy también una estrella en el espacio, única y existente por ella misma, una existencia individual incorruptible. Soy también un alma. Soy idéntico a todo y a nada. Estoy en todo  y todo está en mí... Soy un Dios, verdadero Dios del verdadero Dios. Voy por mi camino para realizar mi voluntad. Hago de la materia y del movimiento es espejo de mi conciencia... Soy Omnisciente, porque nada existe para mí a menos que yo lo conozca. Soy Omnipotente, porque nada existe allí donde yo no estoy, yo, que modelo el espacio como una condición de la conciencia de mí mismo, yo, que soy el centro de todo... Soy el Todo porque todo lo que existe para mí es una expresión necesaria en el pensamiento de algunas tendencias de mi naturaleza y todos los pensamientos son solamente letras de mi Nombre."