La Realidad


(El trapero nunca se fijó en nada que estuviera

entero.

Sus ojos buscaban lo roto, lo usado, lo caduco

y fragmentado

Un objeto completo le hubiera entristecido.

¿Qué se podía hacer con un objeto completo?

Ponerlo en un museo. No tocarlo.

Pero un papel roto, un cordón desparejado,

una taza sin platito. Eso era emocionante

Eso podía transformarse, convertirse en algo

diferente.) Anaïs Nin

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Reflexología en el pene

PROYECTO “HOSPEDAJE DE ÁNGELES Y ARCÁNGELES”

Dioses y Falos, historia de la adoración al sexo masculino.

MASAJE TESTICULAR