Masaje Metamórfico o Terapia Prenatal y Metamorfosis
La
técnica para realizar la terapia del masaje metamórfico es muy sencilla.
Consiste en realizar unos pases con los dedos de la mano, en la cara lateral interna
del pie, desde la parte superior del dedo gordo, en la esquina de la uña, hasta
el talón y viceversa.
De vez en cuando, al llegar al talón, se rodea el empeine hasta pasar por el hueso externo de tobillo y se retrocede hasta alcanzar de nuevo el talón. Se repite la operación en el otro pie.
De vez en cuando, al llegar al talón, se rodea el empeine hasta pasar por el hueso externo de tobillo y se retrocede hasta alcanzar de nuevo el talón. Se repite la operación en el otro pie.
En éste recorrido, el practicante estimula la Glándula Pineal, situada en la esquina superior de la uña. La Glándula Pituitaria, esquina inferior de la uña.
El
Punto de la Concepción, situado en la 1ª articulación del dedo gordo del pie y
que también corresponde a la 1ª vértebra cervical. Sigue su recorrido por el
arco del pie, pasando por diversas fases del Esquema Prenatal, hasta llegar al
punto de Animación, en el centro del arco, situado entre el hueso cuneiforme
interno y los naviculares.
Finalmente, llega al talón y allí hasta la inserción del tendón de Aquiles, donde se sitúa el punto del Nacimiento.
Finalmente, llega al talón y allí hasta la inserción del tendón de Aquiles, donde se sitúa el punto del Nacimiento.
En las manos el procedimiento es el mismo. Se inicia en la esquina superior de la uña del pulgar, bajando por la parte externa, hasta llegar a la muñeca y se inicia el regreso hacia la parte superior del pulgar. Ocasionalmente, se rodea la muñeca y se repite el recorrido. Realizar la misma operación en la otra mano.
Para
la cabeza, el practicante se sitúa detrás del paciente sentado. Con ambas
manos, alternándolas, empieza un recorrido que se inicia en la parte superior
de la cabeza, en la fontanela, y llega hasta la base del cráneo siguiendo una
línea central.
De vez en cuando, sigue un recorrido que va desde los huesos mastoides, pasando por detrás de las orejas y siguiendo el reborde occipital, hasta el centro de la base del cráneo, donde se encontrarán ambas manos.
Aquí los movimientos habrán de ser especialmente suaves ya que la cabeza es muy sensible. También en éste caso se recomienda el silencio, para que el paciente pueda concentrarse más en sus sensaciones.
Así
pues, aplicando la Técnica de la Terapia Metamórfica sobre pies,
manos y cabeza, desbloquearemos y equilibraremos la energía vital, promoviendo
el principio de Auto curación que todos los seres vivos poseen.
Con
el trabajo del Masaje Metamórfico ayudamos al paciente a iniciar el movimiento
de cambio, que se expresará en lo que pensemos y hagamos, a partir de entonces.
En los pies se refleja el ser humano completo, y desde ellos podemos inducir
cambios globales.
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