Simbolismo en los Arcanos Mayores del Tarot relacionados con la Mitología Griega y Romana (V):
RIO: El río
Estix o Estigia también Éstige o Estige (en griego, Στύξ, Stýx) en la
mitología griega constituía el límite entre la tierra y el mundo de los
muertos, el Hades, al que circundaba nueve veces. Los ríos infernales: el
Estigia (río del odio), el Flegetonte (río del fuego), el Lete (río del
olvido), el Aqueronte (río de la aflicción) y el Cocito (río de las
lamentaciones) convergían en su centro formando una gran ciénaga. Popularmente
se creía que las almas de los difuntos podían cruzar el Estigia en una barca
guiada a veces por Caronte y a veces por Flegias, pero la mayoría de las
fuentes clásicas afirman que el primero porteaba el Aqueronte y el segundo el
Flegetonte. Llegados al inframundo, las almas recibían un premio o un castigo
en función de la vida que habían llevado cuando estaban vivos, de forma similar
a lo establecido por la mitología del Antiguo Egipto.
La leyenda también cuenta que el
Estigia volvía invulnerable cualquier parte del cuerpo que se sumergía en él.
Así, Tetis bañó a su hijo Aquiles en el río y éste logró la invulnerabilidad, a
excepción del talón por el que su madre lo sujetó al sumergirlo y que se
convirtió así en su único punto vulnerable.
La simbología de esta figura
mitológica puede corresponder en ciertos aspectos con el Arcano Mayor de La
Muerte, El Diablo, La Torre, La Luna y El Juicio.
SATURNO:
Saturno era representado como un anciano con larga y espesa barba blanca, con
una hoz en la mano. Es el emblema del tiempo y lo simboliza como algo muy
antiguo que todo lo destruye y acaba.
Los griegos consideraban el cielo
como el más antiguo de los titanes y le daban el nombre de Urano, homólogo del
dios romano Caelus, Caelo o el Cielo. Del firmamento y de la diosa romana
Tellus o antigua Cibeles o la Tierra, hubo dos hijos: Titán y Saturno, de los
cuales el segundo es el menor.
La simbología de esta figura
mitológica puede corresponder en ciertos aspectos con el Arcano Mayor de La
Muerte y El Ermitaño.
THEMIS: En la mitología
griega, Themis (en griego Θεμις Themis, que significa ‘ley de la naturaleza’
más que autoridad humana’), representa la justicia y el equilibrio. Suele
representarse con la balanza y la espada, y en la mayoría de las ocasiones con
los ojos vendados, con su epíteto Θεμιδα, «temida».
Themis, la del ‘buen consejo’,
era la encarnación del orden divino, las leyes y las costumbres. Cuando se le
hace caso omiso, Némesis trae el justo y colérico castigo. Temis no era
colérica: ella, ‘la de preciosas mejillas’, fue la primera en ofrecer a Hera
una copa cuando volvió al Olimpo afligida por las amenazas de Zeus. Temis
presidía la correcta relación entre hombre y mujer, la base de la familia
legítima y ordenada, y la familia era el pilar del dimos. Los jueces eran a
menudo llamados themistopoloi, ‘sirvientes de Temis’. Tal era la base del orden
en el Olimpo también. Hera se dirigía a ella como ‘Señora Temis’.
Representada como una mujer
impasible, con los ojos vendados y llevando una balanza y una cornucopia, la
imagen esculpida a la entrada de los juzgados es Iustitia, y no Temis. Se la
representa sobre un león para señalar que la justicia debe estar acompañada de
la fuerza.
La simbología de esta figura
mitológica puede corresponder en ciertos aspectos con el Arcano Mayor de La
Justicia, La Templanza, La Fuerza y La Sacerdotisa (las cuatro virtudes
capitales, siendo La Sacerdotisa La Prudencia).
VENUS: Venus
fue la diosa del amor, la belleza y la fertilidad de la mitología romana a
quien se adoraba y festejaba en muchas fiestas y mitos religiosos romanos.
Desde el siglo III a. C., la creciente helenización de las clases altas romanas
la identificó con la diosa griega Afrodita.
La simbología de esta figura
mitológica puede corresponder en ciertos aspectos con el Arcano Mayor de La
Emperatriz o Los Enamorados.
VERDAD: Veritas
("verdad" en latín) era el nombre propio de la diosa de la verdad en
la mitología romana, hija de Saturno (el dios del tiempo) y madre de Virtus (la
"virtud"). Se oculta en el fondo de un pozo sagrado por su naturaleza
elusiva.
Veritas, como nombre común, es el
que recibe la virtud romana de la veracidad (o sinceridad), una de las
principales que un buen romano debía poseer. En la mitología griega, la diosa
de la verdad era conocida como Alétheia.
Su iconografía la representa como
una joven virgen, desnuda o vestida de blanco, a menudo asociada a objetos como
el espejo (que significa que no debemos rehuir mirarnos en él y conocernos a
nosotros mismos -nosce te ipsum-) o en relación con el citado pozo.
La simbología de esta figura
mitológica puede corresponder en ciertos aspectos con el Arcano Mayor de La
Sacerdotisa, La Templanza o La Estrella.
VERTUMNO: En
la mitología romana Vertumno o Vortumno (en latín: Vertumnus o Vortumnus) es
una divinidad romana de origen etrusco (Veltumna o Voltumna) que personifica la
noción del cambio, de la mutación de la vegetación durante el transcurso de las
estaciones. Precedía la maduración de los frutos durante el verano y se le
atribuía el don de transformarse en todas las formas o cosas que desease.
Se la representaba junto a su
amada Pomona porque Vertumno era el protector de la vegetación y especialmente
de los árboles de fruto, de los que también era protectora ella.
La simbología de esta figura
mitológica puede corresponder en ciertos aspectos con el Arcano Mayor de La
Rueda de la Fortuna y El Mago. Junto a Pomona puede representar a Los
Enamorados.
VESTA: En la
mitología romana, Vesta era la diosa del hogar, hija de Saturno y de Ops y
hermana de Júpiter, Neptuno, Plutón, Juno y Ceres. Se corresponde con Hestia en
la mitología griega, aunque en el culto romano asumió mayor relevancia. Es el
símbolo de la fidelidad.
Tenía por sobrenombre, Aio
Locucio. Representa el arte de mantener el fuego del hogar y del templo
interno. Está relacionada con las Vestales que eran reclutadas a la edad de
diez años para mantener encendida la llama del templo dedicado a la diosa, como
«sacerdotisas del fuego eterno».
Cuesta visualizar a Vesta, ya que
no hay representaciones de su arquetipo, sino solo en forma difusa, puesto que
los ritos para invocarla se hacían a través de la ceremonia del fuego.
Esotéricamente, se dice que basta prender una vela color anaranjado en su
nombre para sentir su presencia, amistosa y cálida.
Sus delicadas revelaciones hablan
sobre las necesidades del mundo interior: el hogar simbolizando el calor de las
emociones, el centro solar de cada persona, del grupo o la comunidad. Así,
generalmente se la representa por un círculo, puesto que en la Antigua Roma, el
círculo simbolizaba la totalidad y estaba en medio de la Ciudad.
La simbología de esta figura
mitológica puede corresponder en ciertos aspectos con el Arcano Mayor de La
Sacerdotisa o El Mundo.
VULCANO:
Vulcano (en latín, Volcānus, Volchanus, Volkanus) es el dios romano del fuego,
además de patrón de los oficios relacionados con los hornos en la religión de
la Antigua Roma.
Con el tiempo, Vulcano sufrió un
proceso de identificación con el dios griego Hefesto hasta que, en el periodo
clásico, asimiló sus características.
La simbología de esta figura
mitológica puede corresponder en ciertos aspectos con el Arcano Mayor de El
Diablo o El Sol.
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