Excelencias de la ley de Dios. Tarot y Cábala. Salmo 119

 Alef – El Mago

1 Bienaventurados los perfectos de camino,

  Los que andan en la ley de Jehová.

2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios,

Y con todo el corazón le buscan;

3 Pues no hacen iniquidad

Los que andan en sus caminos.

4 Tú encargaste

Que sean muy guardados tus mandamientos.

5 !!Ojalá fuesen ordenados mis caminos

Para guardar tus estatutos!

6 Entonces no sería yo avergonzado,

Cuando atendiese a todos tus mandamientos.

7 Te alabaré con rectitud de corazón

Cuando aprendiere tus justos juicios.

8 Tus estatutos guardaré;

No me dejes enteramente.


La letra א (alef) cuyo equivalente en castellano es la vocal A o cualquiera de las otras vocales, tiene como correspondencia el primer arcano, el “Mago”. Alef, en la cábala está relacionada con el buey y con el ganado. En los jeroglíficos egipcios representa una cabeza de buey cornudo.

El número 1 es un número masculino que significa la fuerza divina penetrante, la que fecundará las otras letras para darles un sonido y crear así el mundo material. Corresponde al primer día de la creación, que vive la separación de la luz y de las tinieblas. Los cuernos del buey también evocan la luna, símbolo de la diosa madre y origen de las transformaciones sucesivas e incesantes que dan la vida y el movimiento al universo. La simbología cabalística de este arcano está relacionada con la runa Anzur que evoca al dios Odín.

Este arcano está asociado con las ideas de novedad, talento, energía, actividades múltiples, inteligencia, destreza. Por eso es que se lo relaciona con el comienzo de algo, con la audacia, la iniciativa para cambiar de dirección.

Un joven parado frente a una mesa en la que se revelan varios elementos.

Iniciativa, originalidad, creatividad, voluntad, imaginación, espontaneidad, destreza, flexibilidad, dominio, compostura, libertad, comienzo.

Astucia, engaño, manipulación.

Bet – La Sacerdotisa

9 ¿Con qué limpiará el joven su camino?

    Con guardar tu palabra.

10 Con todo mi corazón te he buscado;

No me dejes desviarme de tus mandamientos.

11 En mi corazón he guardado tus dichos,

Para no pecar contra ti.

12 Bendito tú, oh Jehová;

Enséñame tus estatutos.

13 Con mis labios he contado

Todos los juicios de tu boca.

14 Me he gozado en el camino de tus testimonios

Más que de toda riqueza.

15 En tus mandamientos meditaré;

Consideraré tus caminos.

16 Me regocijaré en tus estatutos;

No me olvidaré de tus palabras.


La letra Beit del alfabeto hebreo está relacionada con el arcano la “Papisa”, que corresponde a las letras B o V (según el caso) del abecedario español. Cuando se dice que Beit significa “casa” hay que tener en cuenta que el sentido que debe darse a “casa” es el de “hogar”, un lugar que abriga, de recibe y protege. Cuando Alef emite y proyecta, Beit recibe y acoge para crear en su seno. Así Beit simboliza toda la creación, el universo, el mundo. Mientras que Alef representa la unidad creativa, ésta tiene que salir de sí misma para provocar un movimiento alternativo, un real comienzo. Este es el sentido cabalístico de Beit, un movimiento que hace nacer el otro.

En la tradición celta este significado está representado por la runa Beorc, que tiene potentes lazos con la fertilidad, la creación, la concepción y la maternidad.

La Papisa está asociada con las ideas de acumulación, preparación, estudio, virginidad, escritura, contabilidad, espera, constancia, retiro, perdón, actriz aprendiendo su rol, gestación, intuición femenina, lectura e interpretación de textos sagrados… También está asociada al crecimiento y a la educación.

Guímel – La Emperatriz

17 Haz bien a tu siervo; que viva,

    Y guarde tu palabra.

18 Abre mis ojos, y miraré

Las maravillas de tu ley.

19 Forastero soy yo en la tierra;

No encubras de mí tus mandamientos.

20 Quebrantada está mi alma de desear

Tus juicios en todo tiempo.

21 Reprendiste a los soberbios, los malditos,

Que se desvían de tus mandamientos.

22 Aparta de mí el oprobio y el menosprecio,

Porque tus testimonios he guardado.

23 Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí;

Mas tu siervo meditaba en tus estatutos,

24 Pues tus testimonios son mis delicias

Y mis consejeros.


La tercera letra Guimel corresponde a la letra española G (cuando suena como en la palabra gato). La Cábala atribuye a esta letra el tercer arcano mayor del Tarot, la “EMPERATRIZ”, que también tiene un valor numérico 3. La letra Guimel es la letra inicial de la palabra gamal, camello, que es un animal capaz de atravesar el desierto sin temerle al calor y a la sed, es decir que puede sobrevivir en un medio hostil y realizar un trayecto.

Este es el sentido primitivo de esta letra que representa un camello que recorre el trayecto necesario para unir dos puntos. Guimel aporta el equilibrio a dos fuerzas opuestas y las fusiona en una sola, estable y coherente. Designa un punto que une dos espacios opuestos. Representa un poder bienhechor, una recompensa (o una corrección).

En la tradición celta, este tarot puede relacionarse con la runa Geofu, que es una de las runas más positivas, que a refiere a los dones, a la generosidad, no solo en el amor y en la familia, sino también a los amigos, asociados o camaradas. Está asociado con las ideas de belleza, fertilidad, amante, madre afectuosa, seducción, creatividad, adolescencia, fecundidad, encanto, coquetería, mujer de negocios, artista, producción, abundancia.

Dálet – El Emperador

25 Abatida hasta el polvo está mi alma;

    Vivifícame según tu palabra.

26 Te he manifestado mis caminos, y me has respondido;

Enséñame tus estatutos.

27 Hazme entender el camino de tus mandamientos,

Para que medite en tus maravillas.

28 Se deshace mi alma de ansiedad;

Susténtame según tu palabra.

29 Aparta de mí el camino de la mentira,

Y en tu misericordia concédeme tu ley.

30 Escogí el camino de la verdad;

He puesto tus juicios delante de mí.

31 Me he apegado a tus testimonios;

Oh Jehová, no me avergüences.

32 Por el camino de tus mandamientos correré,

Cuando ensanches mi corazón.


En el alfabeto hebreo, la letra Dalet (ד) está relacionada con el cuarto arcano del Tarot, el “Emperador”. Representa la materia con sus cuatro elementos (tierra, fuego, aire, agua), que permite a todas las cosas del universo encontrar un lugar y a cada uno encontrar su lugar en la sociedad, en su familia, en su cuerpo… Psicológicamente significa tomar consciencia de las contingencias, de las reglas y de las restricciones. Con los cuatro elementos Dalet nos nutre, nos hace crecer, nos asegura, nos establece y nos limita.

En la simbología celta de las Runas, número 4, en tanto que número de la realidad y de la objetividad, está asociado con la runa número 23, Daeg, cuyo significado representa el día, la manifestación y el solsticio de verano. (Aunque no hay que olvidar que en la Tierra cuando en un hemisferio se vive en la claridad y el calor del verano, en el otro se viven los días sombríos y el frío del invierno…)

He – El Sumo Sacerdote

33 Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos,

    Y lo guardaré hasta el fin.

34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley,

Y la cumpliré de todo corazón.

35 Guíame por la senda de tus mandamientos,

Porque en ella tengo mi voluntad.

36 Inclina mi corazón a tus testimonios,

Y no a la avaricia.

37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad;

Avívame en tu camino.

38 Confirma tu palabra a tu siervo,

Que te teme.

39 Quita de mí el oprobio que he temido,

Porque buenos son tus juicios.

40 He aquí yo he anhelado tus mandamientos;

Vivifícame en tu justicia.


La correspondencia cabalística entre la letra He (ה) y el Tarot es el quinto arcano, el “PAPA” y la letra equivalente en el abecedario español es la letra H. En el camino del Tarot, después de haber estabilizado la etapa material y financiera, el “Papa” necesita de la trascendencia, y se apoya en los conocimientos filosóficos y religiosos. Así, concierne a la moralidad, a la trascendencia y al equilibrio.

Vau – El Enamorado

41 Venga a mí tu misericordia, oh Jehová;

    Tu salvación, conforme a tu dicho.

42 Y daré por respuesta a mi avergonzador,

Que en tu palabra he confiado.

43 No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad,

Porque en tus juicios espero.

44 Guardaré tu ley siempre,

Para siempre y eternamente.

45 Y andaré en libertad,

Porque busqué tus mandamientos.

46 Hablaré de tus testimonios delante de los reyes,

Y no me avergonzaré;

47 Y me regocijaré en tus mandamientos,

Los cuales he amado.

48 Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé,

Y meditaré en tus estatutos.


La letra vav (ו) tiene como correspondencia cabalística el sexto arcano mayor, el “Enamorado” y en el sentido adivinatorio se asemeja principalmente a la 15ª runa “Eolh”, que representa los innumerables peligros y tentaciones que desvían la atención del viajero y del curioso. En sonido equivale a la letra española V. Un gancho o lazo es lo que liga dos cosas o dos personas. Algo que se hace y se deshace para volverse a hacer. Está asociado a las ideas de prueba, dudas, incertidumbre, elección… Es el mismo vector que crea las contradicciones entre los dos polos de la dualidad que crea la atracción entre ellas para conformarlos con la unidad esencial.

El “Enamorado” es probablemente el arcano con el significado más ambiguo del Tarot. El primero, como su nombre lo sugiere, concierne a una relación afectiva, que no es privativamente sexual, sino que puede ser romántica, platónica, amistosa o familiar. La segunda significación concierne a una elección a hacer, a una decisión a tomar. En este caso implica un estado de dudas, una indecisión lógica frente a lo que se pierde o se gana haciendo tal o cual elección. (Por ejemplo, cuando alguien tiene que elegir entre la satisfacción creativa y las ganancias financieras). Indica también persona que antepone los sentimientos a lo material. Muchos aspectos de este arcano lo relacionan también con el arcano 16, la “Torre”, puesto que también representa los acontecimientos imprevistos que incitan y a menudo obligan a cambiar de dirección.

Zain – El Carro

49 Acuérdate de la palabra dada a tu siervo,

    En la cual me has hecho esperar.

50 Ella es mi consuelo en mi aflicción,

Porque tu dicho me ha vivificado.

51 Los soberbios se burlaron mucho de mí,

Mas no me he apartado de tu ley.

52 Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos,

Y me consolé.

53 Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos

Que dejan tu ley.

54 Cánticos fueron para mí tus estatutos

En la casa en donde fui extranjero.

55 Me acordé en la noche de tu nombre, oh Jehová,

Y guardé tu ley.

56 Estas bendiciones tuve

Porque guardé tus mandamientos.


En las artes adivinatorias a menudo se asocia la letra Zain (ז) con la 17ª y la 19ª runas (Tyr y Ehwas). Tradicionalmente esta letra se corresponde con el séptimo arcano mayor del Tarot, el Carro. En el Zohar se dice (Intr. Vers 34) que cuando Zain se presentó ante el Creador, éste hizo referencia al versículo del Éxodo (20:9, 10), “Recuerda el descanso sabatino. Durante seis días trabajarás, pero el séptimo es el descanso sabatino dedicado a Yahve”. (En hebreo, la palabra recuerda comienza con la letra Zain). Entre otras cosas, el Creador le responde “yo no me serviré de ti, puesto que tú eres la imagen de la guerra. Tú tienes la forma de un sable filoso y de un puñal”.

El sábado, para el pueblo judío, es el séptimo día de la creación, un día de reposo y de paro. Cuando la tarea está cumplida y se ha alcanzado la armonía, ¿qué puede esperarse todavía? El “Carro” también significa esta perfección, pero una perfección que no puede detenerse, sino que inicia otro movimiento, que parte hacia otras metas. Después del séptimo día viene la justa resurrección. Nuestra existencia, tal es el deseo del Creador, existe solamente en ese doble juego de la muerte y del renacimiento, del reposo y de la acción. La perfección que se detiene ya tiene en ella el germen de otra acción. Esa es la dinámica de la creación.

En el plano concreto, esta letra asociada con el séptimo arcano, el “Carro”, es el signo de que las cosas están realizándose y que los proyectos se presentan bien. El “Carro” incita al consultante de servirse de su voluntad, de su destreza y de su determinación para administrar una situación difícil, una tarea compleja o penosa, una relación complicada o un desafío que necesita una clara dirección, acciones precisas y fuerza de carácter. Incita a un dominio de las fuerzas naturales y brutales. Toda utilización directa de la fuerza bruta tendría que ser abandonada en desmedro de la táctica y de la estrategia. Incita a seguir adelante y superar las dificultades y alcanzar el éxito. El “Carro” no promete resultados inmediatos, pero asegura el éxito a la larga, siempre que las acciones sean apropiadas, justas y sin precipitación.

Chet – La Justicia

57 Mi porción es Jehová;

    He dicho que guardaré tus palabras.

58 Tu presencia supliqué de todo corazón;

Ten misericordia de mí según tu palabra.

59 Consideré mis caminos,

Y volví mis pies a tus testimonios.

60 Me apresuré y no me retardé

En guardar tus mandamientos.

61 Compañías de impíos me han rodeado,

Mas no me he olvidado de tu ley.

62 A medianoche me levanto para alabarte

Por tus justos juicios.

63 Compañero soy yo de todos los que te temen

Y guardan tus mandamientos.

64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra;

Enséñame tus estatutos.


La octava letra del alfabeto hebraico, la Jeit (ח), símbolo de barrera, limite y clausura, está en correspondencia con el octavo arcano mayor, la «Justicia». En efecto, las barreras están representadas por lo que ciertas tradiciones esotéricas llaman «los guardianes del umbral», temibles dragones o monstruos con los cuales se enfrenta el pretendiente. Puede ser simplemente la personificación de nuestras dudas, miedos y angustias que disminuyen nuestras energías.

Este arcano invita a sobrepasar las barreras y aceptar las pruebas que nos confrontan con nuestra propia realidad y con nosotros mismos tales como somos en nuestro fuero interior y más allá de la imagen que queremos dar al mundo. Después del séptimo día, la «Justicia» se cumple.

Cuando ya ha pasado el descanso sabatino, el hombre ha recuperado sus fuerzas y siente, en el octavo día, el renacimiento de sus anhelos. Fortalecido por sus propias experiencias, pruebas y dolores, ha conservado siempre en su corazón la destreza, la alegría y la esperanza.

Asociada al octavo arcano del Tarot, esta letra señala la necesidad de un comportamiento justo. Se refiere tanto a los asuntos legales como al equilibrio y a la equidad en general. Señala la armonía, la disciplina, y la fuerza conservadora de las cosas. Cuando esta carta aparece en una consulta relativa a algún problema jurídico, ella aconseja al consultante mostrarse moderado y honesto para obtener una solución favorable. En cualquier situación que esta carta aparezca previene contra todo exceso y extremismos. Aconseja la equidad y el equilibrio en la vida. Si una relación encuentra problemas, el consultante debe esforzarse por ver el problema según el punto de vista de la otra persona con el fin de encontrar un compromiso mutuo.

Tet – El Ermitaño

65 Bien has hecho con tu siervo,

    Oh Jehová, conforme a tu palabra.

66 Enséñame buen sentido y sabiduría,

Porque tus mandamientos he creído.

67 Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba;

Mas ahora guardo tu palabra.

68 Bueno eres tú, y bienhechor;

Enséñame tus estatutos.

69 Contra mí forjaron mentira los soberbios,

Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.

70 Se engrosó el corazón de ellos como sebo,

Mas yo en tu ley me he regocijado.

71 Bueno me es haber sido humillado,

Para que aprenda tus estatutos.

72 Mejor me es la ley de tu boca

Que millares de oro y plata.


La letra Teith (ט) está en correspondencia con la 17ª runa «Tyr» y el noveno arcano del Tarot, el «Ermitaño». La forma de la letra Teith proviene de un viejo ideograma que representa una serpiente que se muerde la cola. La simbología de la serpiente es muy amplia y existe en una multitud de culturas. Asociada al «Ermitaño», que se refiere por excelencia al inconsciente y a los deseos profundos de nuestra naturaleza, la simbología de la serpiente también alude al caduceo de Mercurio, que representa la energía remontando a través de los centros o plexos.

La kundalini del yoga tántrico debe ser dominada y dirigida de chacra en chacra hasta la iluminación, produciendo la renovación de la vida y la identificación con la divinidad. En los símbolos de las culturas precolombinas, sobre todo en Centroamérica, la serpiente emplumada simbolizaba el origen de las divinidades del mundo visible. En el Génesis (3:1 y siguientes) es la serpiente que tienta a Eva a comer el fruto prohibido para alcanzar la sabiduría.

El uróboros, (del griego «ουροβóρος», ouroboros, de oyrá, cola y borá, alimento) es un símbolo que representa una serpiente que se muerde su propia cola, tomando una forma circular. Simboliza la energía vital que siempre avanza a partir de sí misma inaugurando nuevos ciclos. La serpiente y la fuerza de la interioridad están simbolizadas en el bastón que lleva el «Ermitaño». En este sentido, la serpiente siempre existe en el hombre como un símbolo del inconsciente, del conocimiento irracional e intuitivo que siempre es alcanzado por la razón pero que a su vez también se pierde en el olvido y la inconsciencia de la muerte.

Hay que notar que la ortografía del noveno arcano, el «Ermitaño» aparece a menudo escrito con una «h», que lo relaciona aparentemente con el dios griego Hermes. Concierne particularmente a los filósofos, los científicos, médicos y a todos aquellos que eligieron una vía religiosa, que tienen una vocación mística muy desarrollada. Puede aludir también a todos aquellos que se dedican a actividades humanitarias. Se refiere en general a creaciones interiores, a búsquedas esotéricas y artísticas, científicas, filosóficas (metafísicas). Es necesario dejar actuar al tiempo y esperar. Con el «Ermitaño» nada se hace precipitadamente. El tiempo aportará las soluciones que en este momento no se presentan. No podrán dominarse todos los elementos de una situación y es conveniente tener confianza y esperanza. Es necesario un retorno a las fuentes, reencontrarse consigo mismo, reflexionar. Indica el descubrimiento de nuevas ideas, de concepciones filosóficas diferentes y de nuevas vías espirituales. Esta letra también insinúa una larga investigación o una búsqueda que será coronada por el éxito.

Yod – La Rueda de la Fortuna

73 Tus manos me hicieron y me formaron;

Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.

74 Los que te temen me verán, y se alegrarán,

Porque en tu palabra he esperado.

75 Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos,

Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.

76 Sea ahora tu misericordia para consolarme,

Conforme a lo que has dicho a tu siervo.

77 Vengan a mí tus misericordias, para que viva,

Porque tu ley es mi delicia.

78 Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado;

Pero yo meditaré en tus mandamientos.

79 Vuélvanse a mí los que te temen

Y conocen tus testimonios.

80 Sea mi corazón íntegro en tus estatutos,

Para que no sea yo avergonzado.


La letra Yod (י) está relacionada con el décimo arcano, la “Rueda de la Fortuna”. Tiene similitudes simbólicas con las runas Ur y Thorn. La rueda de la fortuna no es la “fortuna” simplemente. En Roma, Fortuna es la divinidad del destino, símbolo del azar, de lo caprichoso y de lo arbitrario que a veces se imponen en la existencia. Ella es implacable e indiferente a las consecuencias del azar que provoca. A menudo ella está representada con una gran rueda y con un velo que cubre sus ojos, para indicar que el azar de la fortuna es ciego. Más adelante se la asociará con la diosa egipcia Isis, diosa del amor y la sabiduría, la que prodiga fecundidad, entonces tomará el sentido de la diosa de la suerte y la prosperidad.

La simbología de la letra Yod también se apoya en el uróboros, (del griego «ουροβóρος», ouroboros, de oyrá, cola y borá, alimento) es un símbolo que representa una serpiente que se muerde su propia cola, tomando una forma circular. Simboliza la energía vital que siempre avanza a partir de sí misma inaugurando nuevos ciclos.

En una utilización oracular, la simbología de la letra Yod asociada con el décimo arcano llevan siempre un significado de cambio y de una nueva orientación. Algo que nos lleva inexorablemente hacia nuestro destino, marcando un periodo de incertidumbre e inestabilidad. Ella siempre anuncia movimiento, pero éste puede ser azaroso, aleatorio, la buena o la mala suerte según las otras letras que la rodean. La rueda gira, trayendo a cada uno su parte de alegrías y de penas. También puede anunciar revoluciones o la sublevación. Evidentemente, esto puede indicar cambios positivos o negativos, es decir, dependiendo de su posición relativa, Yod prevé el pasaje a una situación feliz, brillante y desenvuelta, o, por el contrario, ella puede anunciar la llegada de situaciones miserables, dolorosas e infelices.

Caf – La Fuerza

81 Desfallece mi alma por tu salvación,

    Mas espero en tu palabra.

82 Desfallecieron mis ojos por tu palabra,

Diciendo: ¿Cuándo me consolarás?

83 Porque estoy como el odre al humo;

Pero no he olvidado tus estatutos.

84 ¿Cuántos son los días de tu siervo?

¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?

85 Los soberbios me han cavado hoyos;

Mas no proceden según tu ley.

86 Todos tus mandamientos son verdad;

Sin causa me persiguen; ayúdame.

87 Casi me han echado por tierra,

Pero no he dejado tus mandamientos.

88 Vivifícame conforme a tu misericordia,

Y guardaré los testimonios de tu boca.


La idea de la fuerza que está asociada con letra Kaf () y con el arcano mayor numero 11 del Tarot, la “Fuerza” se relaciona con “la mano”. Esta asociación está dada por el hecho que la letra inicial de la palabra hebrea kaph (palma de la mano) es una k igual que en la palabra koah (fuerza). Este tipo de asociaciones, utilizando el método de rebús (del latin reboo, resonar en eco, significar una cosa semejante con otra) eran muy comunes en la época de la creación del alfabeto. Un pictograma no significa solamente el objeto que representa sino también algo cuyo nombre fonéticamente le es próximo.

La referencia a la fuerza indica también que cada uno debe estar atento a su propia vida interior y tomar el destino en sus manos, trabajar para realizarlo. Ese es el significado profundo de la fuerza y de la vocación de todo ser humano. Sobre un plano concreto, la fuerza canaliza nuestros instintos y nuestras pulsiones para utilizarlos de una manera positiva y eficaz. En ese sentido significa también que es necesario “proteger”, saber distribuir y dirigir el esfuerzo. Evitar gastar su energía en empresas insensatas y evitar perderse en investigaciones y búsquedas vanas. En caso de conflicto, la fuerza siempre dará una victoria contundente a quien sepa dominar su impaciencia y sus deseos de revancha. La Kaf nos habla siempre de nobleza, de actitudes y de palabras justas. En el sentido oracular, si esta letra se refiere a una mujer, ésta es directiva y dominante, que en definitiva inspira plus de respeto (y eventualmente de temor) que de atracción a los hombres. En general indica una persona autoritaria, que dirige su familia con mano fuerte, a veces sin darse cuenta de que agota y fatiga a todo el mundo que la sigue. Apenas sensible a la psicología y con poca disposición a la ternura.

Lámed – El Colgado

89 Para siempre, oh Jehová,

    Permanece tu palabra en los cielos.

90 De generación en generación es tu fidelidad;

Tú afirmaste la tierra, y subsiste.

91 Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy,

Pues todas ellas te sirven.

92 Si tu ley no hubiese sido mi delicia,

Ya en mi aflicción hubiera perecido.

93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos,

Porque con ellos me has vivificado.

94 Tuyo soy yo, sálvame,

Porque he buscado tus mandamientos.

95 Los impíos me han aguardado para destruirme;

Mas yo consideraré tus testimonios.

96 A toda perfección he visto fin;

Amplio sobremanera es tu mandamiento.


La duodécima letra del alfabeto hebreo, Lamed (ל), cuyo equivalente en castellano es la letra L, está asociada con el arcano mayor N° 12, el “Colgado”. En el Futhark corresponde a la runa 21 “Lagu”. Esta asociación evoca ideas de sacrificio, abstención, meditación, espera, caridad, detenimiento, reposo, …

Lamed proviene del pictograma “aguijón”, el instrumento que sirve para arrear el ganado. El pastor toca a la bestia con el aguijón para indicarle el camino que debe seguir y hacerla avanzar en ese sentido. El verdadero maestro es aquel que indica al alumno el punto donde debe dirigir la atención para que su comprensión sea correcta y que rectifica esta dirección cada vez que es necesario. Lamed simboliza a aquél que enseña a los otros, al apóstol, al mártir voluntario que lleva el fardo de otro. Y muestra un espíritu que se escapa de la materia pero que sin embargo debe aferrarse a ella para realizarse.

Concretamente, esta letra asociada con duodécimo arcano mayor, el “Colgado”, significa bloqueo, frenos, pasividad activa, recogimiento, plegarias, revelación divina. Pero el “Colgado” es una carta llena de significado espiritual que muestra una actitud momentáneamente refractaria de la realidad. Pero no en un sentido esquizofrénico, sino en una espera paciente hasta que las condiciones sean propicias para actuar. Indica una esperanza, una espera paciente y apacible.

Mem – La Muerte

97 !!Oh, cuánto amo yo tu ley!

    Todo el día es ella mi meditación.

98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos,

Porque siempre están conmigo.

99 Más que todos mis enseñadores he entendido,

Porque tus testimonios son mi meditación.

100 Más que los viejos he entendido,

Porque he guardado tus mandamientos;

101 De todo mal camino contuve mis pies,

Para guardar tu palabra.

102 No me aparté de tus juicios,

Porque tú me enseñaste.

103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!

Más que la miel a mi boca.

104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia;

Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.


La letra Mem (מ) está asociada con el arcano sin nombre (llamado comúnmente “La Muerte” en el sentido de morir para renacer). Esta asociación con la muerte para dar una vida nueva lleva así sobre una significación de fertilidad y fecundidad: la madre, el origen, la tierra, el mar, el agua, la leche, … Así, Mem es la matriz, el lugar de gestación propio a todo nacimiento.

Si tenemos en cuenta el valor numérico de esta letra (40) ello nos abre otras pistas: 40 es el número del refugio, del reposo, de la reflexión de la espera que precede a la revelación. 40 años pasados en el desierto por el pueblo de Israel, 40 días de tentación y de ayuno para Jesús, sin olvidar las 7 veces 40 días de gestación de un niño en el vientre de su madre. Concretamente, esta correspondencia es siempre el signo de una ruptura, de una transformación, de un pasaje y, a veces, de una partida (el número 13 también significa el comienzo de un nuevo ciclo y de una renovación). La “Muerte” es así un arcano rápido, que nos invita a un cambio necesario: el mundo depende también de la visión que tengamos de él.

Nun – La Templanza

105 Lámpara es a mis pies tu palabra,

    Y lumbrera a mi camino.

106 Juré y ratifiqué

Que guardaré tus justos juicios.

107 Afligido estoy en gran manera;

Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.

108 Te ruego, oh Jehová, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca,

Y me enseñes tus juicios.

109 Mi vida está de continuo en peligro,

Mas no me he olvidado de tu ley.

110 Me pusieron lazo los impíos,

Pero yo no me desvié de tus mandamientos.

111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre,

Porque son el gozo de mi corazón.

112 Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos

De continuo, hasta el fin.


La letra Nun (נ) está en correspondencia con el decimocuarto arcano del Tarot, la “Templanza”. El “pez”, que es la representación gráfica de la letra, es un símbolo de la vida y de la fecundidad debido a su gran capacidad de reproducción y en el gran número de huevos. El “pez” vive en el agua, que no es el elemento natural de la vida del hombre. Pero el agua lo purifica y lo lava de la vida pasada y profana para introducirlo en la vida sagrada, donde todo toma un sentido.

La “Templanza” es una carta que reconforta y sostiene; siempre es el anuncio de una armonía reencontrada, de intercambios agradables y fructuosos, de encuentros placenteros sobre el signo de la amistad y de la simpatía. Es una carta positiva en general, que representa la Gracia, la Belleza y la Sabiduría. La “Templanza” incita a la comunicación, al diálogo y a la comprensión. Ella da una visión global benéfica de la situación, y representa, como ninguna otra, al ángel guardián.

Sámec – El Diablo

113 Aborrezco a los hombres hipócritas;

    Mas amo tu ley.

114 Mi escondedero y mi escudo eres tú;

En tu palabra he esperado.

115 Apartaos de mí, malignos,

Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.

116 Susténtame conforme a tu palabra, y viviré;

Y no quede yo avergonzado de mi esperanza.

117 Sosténme, y seré salvo,

Y me regocijaré siempre en tus estatutos.

118 Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos,

Porque su astucia es falsedad.

119 Como escorias hiciste consumir a todos los impíos de la tierra;

Por tanto, yo he amado tus testimonios.

120 Mi carne se ha estremecido por temor de ti,

Y de tus juicios tengo miedo.


La letra Samej (ס) está en correspondencia con el décimo quinto arcano del Tarot, el “Diablo”. El espinazo del pescado, que es su contraparte pictórica, son no sólo una representación de soporte y estructura, sino también un signo de apego. Este símbolo está claramente representado en la imagen del arcano: las pobres creaturas encadenadas que no pueden actuar libremente y que se dejan dominar por las pasiones y los instintos.

El “Diablo” enseña que primero se debe tener el coraje de hacer frente a nuestra naturaleza instintiva y después seguir un camino, un método, para transformar las debilidades en virtudes. Tenemos que hacer frente a lo más oscuro y vil de la realidad para poder devenir fuertes y virtuosos, humanos íntegros. El “Diablo” nos ofrece las dos componentes de la operación mágica de la alquimia: Solve y Coagula. Solve significa la liberación, la absolución, la disolución de un vínculo y Coagula significa la condensación, la objetividad y el materialismo, todo lo que nos trae y retiene en el mundo.

Ayin – La Torre

121 Juicio y justicia he hecho;

    No me abandones a mis opresores.

122 Afianza a tu siervo para bien;

No permitas que los soberbios me opriman.

123 Mis ojos desfallecieron por tu salvación,

Y por la palabra de tu justicia.

124 Haz con tu siervo según tu misericordia,

Y enséñame tus estatutos.

125 Tu siervo soy yo, dame entendimiento

Para conocer tus testimonios.

126 Tiempo es de actuar, oh Jehová,

Porque han invalidado tu ley.

127 Por eso he amado tus mandamientos

Más que el oro, y más que oro muy puro.

128 Por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas,

Y aborrecí todo camino de mentira.


La letra Ayin (ע)corresponde con el arcano décimo sexto del Tarot, el “Hotel-Dieu” o la “Torre”. El ojo, que es la representación gráfica de Ayin no significa solamente el “ojo” sino también el vacio, la nada, la fuente, la visión. Como se ha señalado, la destrucción por el antagonismo. Esta correspondencia significa también todo lo que tiene una relación con los ruidos sordos y el viento. La revelación consiste a rasgar el velo que se tiene ante los ojos para descubrir otra realidad. El mensaje es abrir las ventanas de la casa que hemos edificado para convertirla en una habitación luminosa.

En el plano concreto, la relación de Ayin con este arcano significa siempre una advertencia, una crisis, un cuestionamiento brutal, y eso puede ser porque hasta ese momento no se habían tenido en cuenta todos los signos enviados. Antes que edificar torres de Babel, se debiera ensayar el crecimiento y la evolución, cultivando una dinámica de vida diferente, de ponerse en movimiento. Cuando este arcano está en condiciones favorables, es decir al derecho, significa una buena noticia o la llegada de un acontecimiento favorable. En todo caso, este arcano evoca casi siempre algo imprevisto, tanto sea bueno que malo, que llega sin anunciarse.

Pe – La Estrella

129 Maravillosos son tus testimonios;

    Por tanto, los ha guardado mi alma.

130 La exposición de tus palabras alumbra;

Hace entender a los simples.

131 Mi boca abrí y suspiré,

Porque deseaba tus mandamientos.

132 Mírame, y ten misericordia de mí,

Como acostumbras con los que aman tu nombre.

133 Ordena mis pasos con tu palabra,

Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.

134 Líbrame de la violencia de los hombres,

Y guardaré tus mandamientos.

135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo,

Y enséñame tus estatutos.

136 Ríos de agua descendieron de mis ojos,

Porque no guardaban tu ley.


La letra Peh (פ) está en correspondencia con el décimo séptimo arcano mayor del Tarot, la “Estrella”; La boca, que es la representación gráfica de Peh es el símbolo de la apertura, bien que los dientes y los labios hagan barrera. Pero atrás de ellos, la Lengua es la Palabra, no la charla, sino la Palabra imagen del Verbo divino, palabra creadora y liberadora. Peh permite la generación de formas concretas a través de las cuales se refleja un ideal de belleza, de esperanza, de allí, la influencia moral de las ideas sobre las formas.

La “Estrella” es una carta serena y apacible que trae suerte y felicidad. Ella trata de alegrías simples, de inspiración poética, de sueños, del imaginario, de caminos que se abren para no cerrarse jamás. Ella nos incita a la confianza en nosotros mismos y en los otros, ella es un oasis de paz en el tumulto interior en el cual estamos sumergidos. Si uno se halla en una situación difícil, la meditación sobre esta carta traerá resultados positivos. Es también una carta excelente para todo lo que concierne a la salud, donde ella es una esperanza de restablecimiento y de energía reencontrada. Si se trata de una persona física, la “Estrella” representa una mujer buena y generosa, un ser benéfico y evolucionado espiritualmente.

Tsade – La Luna

137 Justo eres tú, oh Jehová,

    Y rectos tus juicios.

138 Tus testimonios, que has recomendado,

Son rectos y muy fieles.

139 Mi celo me ha consumido,

Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.

140 Sumamente pura es tu palabra,

Y la ama tu siervo.

141 Pequeño soy yo, y desechado,

Mas no me he olvidado de tus mandamientos.

142 Tu justicia es justicia eterna,

Y tu ley la verdad.

143 Aflicción y angustia se han apoderado de mí,

Mas tus mandamientos fueron mi delicia.

144 Justicia eterna son tus testimonios;

Dame entendimiento, y viviré.


La letra Tsadeh (צ)está en correspondencia con el décimo octavo arcano mayor del Tarot, la “Luna”. La raíz del nombre de Tsadeh es “tsad” que significa “el lado”. Tsadeth significa “lateral” pero por extensión también se la puede asociar con “el brazo” y hasta con el “adversario”, o a lo que tomamos como adversario para conquistarlo. Pero para conquistar algo primero es necesario conocerlo y comprenderlo. Por otra parte, el ideograma de la letra representa un “anzuelo”, un “arpón” o un ancla marina. Todos estos símbolos que provienen de la letra Tsadeh y que se aplican al arcano “La Luna” son acuáticos. Representan las peripecias de conquistar las aguas en nuestro propio ser con el fin de adquirir nuestra propia individualidad.

Sobre el plano concreto, esta asociación entre Tsadeh y “La Luna” envía a lo femenino, a la madre, la mujer, la amante… pero también a la infancia y a los niños. Ella trata de lo imaginario, de la inspiración ligada al mundo onírico, a los sueños y ensueños, a los instintos profundos que debemos escuchar, a los mundos sutiles que tenemos que alimentar. En una tirada de Tarot, la “Luna” indica también las hesitaciones y las fluctuaciones del consultante, y también, con relación a las otras cartas, puede indicar la familia o el hogar. En su buen aspecto, esta carta es excelente para los artistas y los creadores, a los que ella le asegura éxitos, popularidad y posiblemente renombre.

Cof – El Sol

145 Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová,

    Y guardaré tus estatutos.

146 A ti clamé; sálvame,

Y guardaré tus testimonios.

147 Me anticipé al alba, y clamé;

Esperé en tu palabra.

148 Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche,

Para meditar en tus mandatos.

149 Oye mi voz conforme a tu misericordia;

Oh Jehová, vivifícame conforme a tu juicio.

150 Se acercaron a la maldad los que me persiguen;

Se alejaron de tu ley.

151 Cercano estás tú, oh Jehová,

Y todos tus mandamientos son verdad.

152 Hace ya mucho que he entendido tus testimonios,

Que para siempre los has establecido.


La letra Kuf está en correspondencia con el arcano mayor N° 19 del Tarot, el “Sol”. Los pictogramas originales de la letra, el “ojo de la aguja” y el “hacha” confieren al arcano el sentido de destrucción de las ilusiones por el conocimiento de la luz verdadera. Kuf actúa como un arma afilada que corta y separa lo real de lo ilusorio y los pone en dos direcciones, de lo que se une por un lado y lo que se separa por otro. Kuf es la luz universal que da iluminación, revelación y libertad. El “mono” le confiere una significación de sabiduría.

En el plano concreto, la simbología que aporta Kuf al arcano el “Sol” es la de radiación, de realización y de éxito. A menudo representa el padre, la autoridad o alguien que tiene una gran seguridad de sí mismo. Es el propietario, el empresario, el signo de Géminis. También es una invitación a ponernos al frente, a destacar y poner en evidencia todos los dones personales, tanto de belleza física como morales. El “Sol” también habla de amor y de encuentros amorosos, de fuerza de convicción y también de seducción. La sombra ya no es un problema y está descartada. Ha llegado el momento de devolver lo que se ha recibido, el tiempo de ponerse en acción y de ser dinámicos.

Resh -  El Juicio

153 Mira mi aflicción, y líbrame,

    Porque de tu ley no me he olvidado.

154 Defiende mi causa, y redímeme;

Vivifícame con tu palabra.

155 Lejos está de los impíos la salvación,

Porque no buscan tus estatutos.

156 Muchas son tus misericordias, oh Jehová;

Vivifícame conforme a tus juicios.

157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos,

Mas de tus testimonios no me he apartado.

158 Veía a los prevaricadores, y me disgustaba,

Porque no guardaban tus palabras.

159 Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos;

Vivifícame conforme a tu misericordia.

160 La suma de tu palabra es verdad,

Y eterno es todo juicio de tu justicia.


La letra Reich (ר) está en correspondencia con el vigésimo arcano mayor el “Juicio”. El jeroglífico del cual proviene esta letra del alfabeto protosinaitico es la cabeza. La línea gematrica es la misma que la de las letras Kaf (valor 20) y Beit (valor 2). Kaf, “la palma de la mano”, proporciona un sentido de soporte y Beit, la “casa” un sentido de receptividad. Así, Reich tiene el significado de “principio que contiene todo lo que procede de él”. Reich es la protección de las fuerzas divinas, las leyes que rigen el cosmos, las miríadas de estrellas, de constelaciones… la gran vida universal que está en todo y en cada cosa. La asociación de Reich con el “Juicio” trae el mensaje difundir la luz de la ley en todo el cosmos entero.

En el plano concreto, Reich trata de una renovación, de los acontecimientos que suceden sin que nada pueda hacerse al respecto. Anuncia conocer nueva gente o recibir nuevas propuestas profesionales. La letra Reich da al arcano el “Juicio” una metamorfosis y un cambio en principio favorable. El “Juicio” anuncia un acontecimiento (bueno o malo, según la posición) Si el aspecto es positivo, puede indicar un nacimiento, la llegada de algo nuevo, una nueva vida. Particularmente favorable en las cuestiones de salud, anuncia el restablecimiento de una enfermedad. En general, este arcano es el signo de transformaciones en el contexto que él se encuentra.

Sin – El Mundo

161 Príncipes me han perseguido sin causa,

    Pero mi corazón tuvo temor de tus palabras.

162 Me regocijo en tu palabra

Como el que halla muchos despojos.

163 La mentira aborrezco y abomino;

Tu ley amo.

164 Siete veces al día te alabo

A causa de tus justos juicios.

165 Mucha paz tienen los que aman tu ley,

Y no hay para ellos tropiezo.

166 Tu salvación he esperado, oh Jehová,

Y tus mandamientos he puesto por obra.

167 Mi alma ha guardado tus testimonios,

Y los he amado en gran manera.

168 He guardado tus mandamientos y tus testimonios,

Porque todos mis caminos están delante de ti.


La letra Shin está en correspondencia con el vigésimo primer arcano mayor del Tarot, el “Mundo”. Su valor gemátrico de 300 se sitúa en la continuidad de Lamed (valor 30) et Guimel (valor 3) que nos introducen en la idea de movimiento.

Concretamente la letra Shin confiere al arcano el “Mundo” un aspecto excelente, si no es el mejor. La energía positiva y dinámica que ella encarna evacua prácticamente todas las influencias negativas que podrían presentarse en una tirada de Tarot. Con el “Mundo” todo irradia y se impone como una fuerza invencible que se inscribe en el centro de una gloria nueva. En su buen aspecto, el “Mundo” anuncia siempre un periodo de éxito, de realizaciones positivas y concretas. Pone a menudo en relación con el extranjero o con estructuras internacionales, apuntando a países lejanos y a sueños exóticos. Pero detrás de la grandeza y los logros del “Mundo” hay también una advertencia. Es difícil o imposible permanecer en un nivel tal alto. Aunque las victorias sean intensas y puedan dar momentos de satisfacción, siempre se debe volver al trabajo. Por el valor gemátrico, la línea de la letra Shin es el movimiento. Nosotros somos semejantes al universo, que está sujeto a un constante movimiento y también estamos sometidos al cambio. Deslizarse en el río del devenir, insertarse en el movimiento incesante del universo es el quid de la existencia; éste es el mensaje esencial de la letra Shin asociada con el arcano el “Mundo”. Si el trabajo conduce al éxito es gratificante, y si éste no es el caso, se debe perseverar ya que la satisfacción vendrá después. Pero siempre debemos tener en cuenta que los resultados, sean buenos o malos, también están sometidos al movimiento y al cambio.

Tau – El Loco

169 Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová;

Dame entendimiento conforme a tu palabra.

170 Llegue mi oración delante de ti;

Líbrame conforme a tu dicho.

171 Mis labios rebosarán alabanza

Cuando me enseñes tus estatutos.

172 Hablará mi lengua tus dichos,

Porque todos tus mandamientos son justicia.

173 Esté tu mano pronta para socorrerme,

Porque tus mandamientos he escogido.

174 He deseado tu salvación, oh Jehová,

Y tu ley es mi delicia.

175 Viva mi alma y te alabe,

Y tus juicios me ayuden.

176 Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo,

Porque no me he olvidado de tus mandamientos.


La letra Tau está en correspondencia con el vigésimo segundo arcano mayor, el “Loco” (Mat). Sin embargo, el “Loco” es el único arcano que no tiene un número asignado a priori, de allí que pueda ser ordenado no sólo como el último sino también como el primero de la serie. Por eso lleva de una manera indiferente el numero “cero” o el numero “veintidós”.

Esto también significa que es posible ordenar los 22 caminos que representan las 22 letras, de una manera semejante a los 10 sefirot, de una manera ascendente o descendente, evolutiva o involutiva. El valor gemátrico de Tau es 400 que está en el linaje de Mem (valor 40) y Dalet (valor 4). Por lo tanto, es el signo de la Creación y de la absoluta perfección de lo creado. Es posible que la mejor descripción del significado cabalista de Tav asociada con el “Loco” sea la fórmula de André Neher (1): “La perfección del hombre es su perfectibilidad”.

Con el aporte del significado de Tav, el arcano el “Loco” se hace algo imprevisto, súbito, rápido, una salida inesperada. ¡Con él todo va rápidamente y debemos estar dispuestos a seguirlo! Si el “Loco” aparece con frecuencia en las lecturas de Tarot, significa que podemos esperar cualquier cosa, que debemos prever lo imprevisto, esperar lo inesperado. A menudo, según la posición que ocupe en una tirada, puede anunciar lo peor y lo mejor, pero en general es amenazante para todo aquellos a los que no desean ser importunados en sus costumbres y sus vidas. Sin embargo, también hay que ver en él un aspecto positivo, la indicación de una libertad olvidada, un movimiento hacia otro modo de vida, otra área o tal vez, a un trabajo diferente. Pero también corresponde, en función de su posición en la tirada, a posibles desastres naturales, contingencias, accidentes, averías, huelgas, incendios ...

(1) André Neher (22 oct 1914 Obernai - 23 oct 1988 Jerusalem) fue un rabino, escritor y filósofo francés e israelita del siglo XX, en origen judío alsaciano. Estuvo en el origen, junto con Emmanuel Lévinas y Leon Ashkenazi, de la “Escuela de Pensamiento Judío de Paris” y es uno de los principales artesanos de la renovación del judaísmo en Francia después de la Shoah. (André Neher en Wikipédia)

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