Yule/Solsticio de Invierno

El solsticio de invierno señala el día más breve y la noche más larga, pero nunca es un momento de desespero. En el punto de mayor oscuridad descansa la chispa del renacimiento.
Es una oportunidad excelente para reflexionar y permanecer en la quietud. Podemos emprender rituales y meditaciones para honrar la cualidad sagrada de la Oscuridad Cósmica que acarrea todas las energías de la vida, la luz y el potencial mágico.
Prepara un altar de solsticio de invierno y decóralo con ramas verdes perennes, frutos rojos y bayas como el acebo o las granadas y con un caldero de vino caliente o zumo de frutas mezclados con hierbas para los dioses. Al ocaso, apaga todas las luces y sumérgete en la sagrada oscuridad. Cuando hayas terminado y sientas la presencia del espíritu, enciende una vela blanca o dorada y ¡siente tu transformación!


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