ÉTICA EN MI TRABAJO:
Código ético del masajista
Como toda profesión relacionada
con la salud, los terapeutas de masajes nos regimos por un Código de Ética.
Nuestro Código está basado en
tres principios éticos principales:
El masajista debe respetar los
intereses, dignidad, derechos, deseos y necesidades del cliente, del personal
que trabaja con él y de los colegas.
El masajista debe proporcionar al
cliente un servicio profesional, competente y esmerado, con la máxima calidad
posible.
En todo momento, el masajista
debe comportarse con integridad, honestidad, sinceridad y diligencia en su
práctica profesional y en el cumplimiento de sus deberes.
En cumplimiento de los principios éticos anteriores, el masajista debe observar las siguientes normas deontológicas en su práctica profesional:
1. Respetar a todos los clientes,
colegas y profesionales, sin discriminación por razón de sexo, edad, raza,
nacionalidad, orientación sexual, religión, nivel socioeconómico, constitución
corporal, ideología o afiliación política, estado de salud, hábitos personales
o capacidad de hacer frente a los problemas de la vida diaria.
2. Realizar sólo aquellos
servicios para los que esté cualificado, y explicar al cliente con veracidad y
sinceridad el nivel de formación y experiencia que se posee, así como los
certificados y otros títulos y la afiliación a determinada asociación profesional,
si la tuviere. Dará el masaje únicamente cuando exista una posibilidad
razonable de que éste sea eficaz, teniendo en cuenta las características y el
estado del cliente. Evaluará de forma continua la efectividad y los progresos
del tratamiento e informará en todo momento al cliente.
3. Respetar el campo de otros
profesionales, tales como médicos, quiroprácticos, fisioterapeutas, podólogos,
ortopedas, psicoterapeutas, psicólogos, profesionales de la acupuntura,
enfermeras, etc...
4. Respetar a todos los
profesionales de la salud y colaborar con ellos para mantener o restablecer la
salud del cliente.
5. Reconocer las limitaciones de
la formación, habilidades y experiencia profesional, y, cuando sea necesario,
referir al cliente a un profesional suficientemente cualificado cuando:
• El cliente necesita ser
diagnosticado o necesita una segunda opinión que excede los conocimientos y
capacidades del masajista.
• El cliente presenta un estado
de salud que excede las posibilidades y el campo del masaje terapéutico.
6. Abstenerse de trabajar con
clientes que sufran cualquier enfermedad sin supervisión por parte de un
médico.
7. Formarse adecuadamente como
profesional. Conocer los efectos fisiológicos de los diferentes métodos y
técnicas de masaje para detectar cualquier contraindicación que pudiera existir
y elegir la técnica que pueda ser más beneficiosa para cada cliente.
8. No hacer publicidad engañosa
ni crear falsas expectativas en el cliente sobre los posibles beneficios del
masaje terapéutico. Explicar al cliente con veracidad y sinceridad cuáles son
los efectos de cada método y técnica.
9. Informar al cliente de cualquier situación o
circunstancia del masajista que pudiera interferir en el masaje o en la
relación profesional y limitar la calidad del servicio que va a recibir el
cliente.
10. Respetar al cliente llegando
puntual a las citas, escuchándole con la debida atención, formulándole sólo las
preguntas que sean pertinentes, respetando los acuerdos a los que se haya
llegado, tapando las partes del cuerpo que sea necesario en cada caso e
individualizando el servicio para que reciba el masaje que sea más conveniente.
(Nota:
• Es responsabilidad del
masajista preservar la dignidad y privacidad del cliente y determinar en todo
momento si se siente cómodo y seguro con el cubrimiento que se ha hecho de
determinadas partes de su cuerpo.
• Los pechos de las clientes no
quedarán nunca descubiertos, a no ser que así esté indicado por el profesional
de la salud que refiere a la cliente y que el masajista trabaje bajo la
supervisión de este profesional, o así lo acuerden ambas partes, con consentimiento
mutuo.
• Los genitales, el periné y el
ano no quedarán nunca descubiertos.
• Se necesita el consentimiento
del cliente para trabajar con cualquier parte de su cuerpo, con independencia
de si está vestido o total o parcialmente cubierto.)
12. Proporcionar al cliente un
entorno seguro, cómodo y limpio.
13. Mantener una comunicación
clara, veraz, honesta y sincera con el cliente y mantener la confidencialidad.
La confidencialidad es de gran importancia en el masaje terapéutico.
14. Llevar el negocio de
masajista con profesionalidad, honestidad y respeto a las normas ética, en
relación con la clientela, los socios, los familiares y los amigos, los
organismos oficiales y la sociedad en general.
15. Seguir las normas legales a
escala internacional, nacional, regional provincial y local.
16. Cobrar al cliente un precio
justo. El masajista no debe aceptar regalos ni ningún tipo de beneficio dado u
otorgado por el cliente cuando la intención sea influir en el tratamiento o
decisiones del masajista o conseguir que este cliente lo refiera a un
determinado profesional.
17. Mantener la información
escrita sobre el cliente y revisarla periódicamente con éste.
18. No mantener ningún tipo de
relación sexual ni conversación de tema sexual con los clientes.
19. No afiliarse ni colaborar con
ninguna asociación profesional u oficina de masajistas que utilice reclamos de
tipo sexual, explícitos o implícitos, o que en la práctica del masaje utilice
el sexo.
20. Hacer publicidad como
masajista de forma honesta, sincera y veraz, evitando los anuncios de mal
gusto. Hacer publicidad únicamente de los métodos y técnicas de masaje para los
que se esté debidamente cualificado.
21. Mejorar profesionalmente a través de la formación continua y la evaluación periódica de las capacidades, limitaciones y eficacia de la práctica profesional.
22. Aceptar la responsabilidad
que se tiene con uno mismo, con los clientes y con la profesión en general, y
mantenerse en buen estado físico y mental. El masajista debe informar al
cliente cuando no se encuentre bien y no pueda prestarle un servicio profesional
adecuado.
23. Abstenerse de tomar cualquier
sustancia o medicamentos, que altere el estado mental antes y durante la sesión
de masaje.
24. Mantener en todo momento un
aspecto adecuado para un profesional, cuidando la higiene personal y utilizando
ropa adecuada, discreta y no provocativa.
25. Evitar actividades, intereses
o influencias que puedan entran en conflicto con la obligación que tiene el
masajista de actuar siempre en función del interés del cliente y de
salvaguardar la integridad profesional.
("Fundamentos del Masaje
Terapéutico", de Sandy Fritz)
Te presentamos el Código Ético del Tarot
1. Creemos en el libre albedrío
Las cartas indican, pero no
sentencian.
Cuando interpretamos una lectura
del Tarot vemos como está cada situación en esos momentos y hacia dónde se
dirige.
A partir de ahí, es el propio
consultante quien decide si va por este camino o por otro.
2. Informamos de las opciones, no
tomamos decisiones
Delante de cualquier decisión del
o de la consultante, nosotros informamos de las diferentes opciones, pero es la
persona quien debe decidir hacia donde quiere ir, cómo y cuándo.
Eso sí, nosotros debemos
informarle de que es lo que puede encontrarse en cada camino.
3. Respetamos las maneras de
pensar y hacer
No juzgamos. En ningún caso
emitiremos juicios internos ni externos del o la consultante.
Cada uno tiene sus razones y
nadie es ni peor ni mejor. Nosotros no sabemos cómo actuaríamos en esas mismas
circunstancias y con las experiencias de otro.
4. Ayudamos a aprovechar y a
sacar el máximo partido de los potenciales del o la consultante y de cada
momento
Los oráculos son herramientas con
las que podemos ayudar y guiar muy bien a los demás.
Una de las maneras, es fomentar
los potenciales y recursos que todos tenemos, y que muchas veces no vemos o no
somos conscientes.
Y cuando vemos un buen momento en
cualquier ámbito (trabajo, sentimientos, dinero, crecimiento personal…) debemos
hacer que el/la consultante lo aproveche al máximo.
5. Detectamos las posibles
dificultades y buscamos soluciones y maneras para evitarlas y/o superarlas
Cuando vemos una dificultad, sea
la que sea, pequeña o grande, siempre deberemos avisar a nuestro/a consultante
y orientarlo/a positivamente sin asustar. Deberemos ver cómo podemos superar o
evitar las situaciones más complejas y, si no podemos, encontrar cual es el
camino más suave y qué aprendizaje debe realizar para superar de la mejor
manera la dificultad. Nunca seremos deterministas, ni negativos, ya que esto
solo inquietaría más a nuestro consultante y empeoraría la situación.
A nosotros nos corresponde ayudar
a la persona consultante a ver otras opciones y posibilidades.
6. Utilizamos un lenguaje claro y adecuado
Es muy importante utilizar un
lenguaje que se entienda, que sea cercano, concreto y claro, sin divagar ni
dispersarnos.
Deberemos evitar lenguajes muy
técnicos (sobre todo en astrología).
Confidencialidad:
7. Confidencialidad de la
información
Tanto de la que hemos recibido
por parte del/la consultante, como de las recomendaciones y orientaciones. En
sentido amplio y profundo.
La persona que ha venido a
nosotros lo ha hecho con toda la confianza y merece la privacidad de todo lo
que se ha explicado y de su propia persona.
Siempre aplicaremos el secreto
profesional.
8. No utilizaremos información en
beneficio propio
No utilizaremos nunca ni directa
ni indirectamente, la información en beneficio propio.
Responsabilidad:
9. Sólo las acciones y decisiones
de la persona consultante pueden modificar su futuro
La única cosa que nosotros
podemos hacer y debemos hacer de la mejor manera que nos sea posible, es
orientar.
La última palabra sólo la tiene
el propio consultante con su trabajo personal.
Por lo tanto, nunca
intervendremos de ninguna manera para modificar su futuro ni con magias, ni
dirigiéndole la vida, ni diciéndole lo que debe hacer.
10. Tendremos un precio
establecido previamente, definiendo el servicio que daremos
La retribución deberá estar
ajustada a la dedicación, capacidad y experiencia contrastada.
Informaremos de las
características del servicio que ofrecemos en nuestros materiales de difusión y
a la hora de concertar una visita, indicando la duración de la consulta, si
adjuntaremos algún documento o grabación y el precio de esta.
Recomendaciones para los Consultantes
Es conveniente aclarar que somos
intérpretes del Tarot y no videntes. Las cartas reflejan la situación planteada
a través de la sincronicidad y la evolución de una situación. El tarot y la videncia son 2 campos distintos,
aunque pueden coexistir. Nosotros no “vemos”, sino que “interpretamos” las
cartas.
Debemos plantear las preguntas de
forma clara
Debemos saber que el tarot es un
oráculo y cuanto más concreta sea la pregunta mejor. A mayor claridad de la
pregunta mejor claridad de la respuesta.
Cuando alguien nos pregunta por
el tiempo debemos saber: que en el inconsciente no hay tiempo porque es igual
que el mundo de los sueños y se viven acontecimientos sin saber en qué época
ocurren.
El tarot marca hechos, no fechas.
El futuro es la consecuencia de
nuestros actos, aunque sí nos condiciona el país donde nacemos, la raza, la
familia, etc. El Tarot nos ayuda a comprender nuestro presente para crear
nuestro propio futuro.
Gracias al Tarot podemos
identificar los condicionantes que van a incidir en su destino, es decir,
aquellos aprendizajes que va a tener que realizar a lo largo de su vida. El
futuro (es decir, las acciones concretas a través de las cuales realiza este aprendizaje)
las decide cada uno con su libre albedrío.
El Tarot no fue creado para
responder a preguntas como: ¿me va a tocar la lotería? ¿Cuándo se morirá tal
persona? ¿Cuántos años viviré? Más bien fue creado como una herramienta que
permita que permite vislumbrar nuevas y/o distintas posibilidades.
Quien realmente mueve al
consultante a escoger las cartas es su propio inconsciente, eligiendo las
cartas que más ayuda le pueden ofrecer en ese momento. Dándole la respuesta y
consejo que realmente necesita, aunque no sea lo que él espera oír. El Tarot responde
en primer lugar al consultante.
Recomendaciones para los Tarotistas
La primera motivación del
Tarotista debe ser la de prestar un servicio a través del tarot y no usarlo
exclusiva ni prioritariamente como una forma de ganar dinero. Aun así, es
necesario tener una retribución por las consultas, pues invertimos nuestro tiempo
y preparación para ello.
Es imprescindible recordarle al
consultante que no tema las cosas que aparezcan en la tirada de cartas, ya que
éstas son los instrumentos con los que va a contar para corregir y mejorar su
vida y la de sus familiares. Saber que no hay cartas “buenas y malas” sino que
todas expresan estados interiores. El concepto de bien y mal es solo una
creencia mental basado en nuestros juicios personales de la realidad. Lo que
para una persona pueda estar bien para otra mal y viceversa.
Es importantísimo remarcar
siempre que el futuro se puede cambiar. Daremos siempre esperanza al
consultante y a ver el lado positivo de cada situación.
En preguntas sobre relaciones
afectivas, en lugar de hablar sobre engaños, infidelidades o dar la culpa a
terceras personas, nos centraremos en ver que no funciona en la relación, y si
tiene solución.
No debemos diagnosticar
enfermedades con el Tarot, pues esto corresponde sólo a los médicos. Si
preguntan sobre la salud, le enviaremos al médico en caso de que el tarot avise
sobre algún problema. El consultante debe acudir al especialista para que le pueda
tratar su enfermedad de forma más rápida ya sea con la medicina tradicional o
la alternativa.
Si el consultante pregunta por
una tercera persona, no se debe realizar la consulta sin el permiso de esta.
Pero, sí podemos preguntar acerca de la relación con ella o como sus acciones
nos afectan de forma directa o indirecta.
Enseñar al consultante que no
siempre sus problemas son resultado de trabajos de magia negra, ya que en la
mayoría de las ocasiones lo que nos ocurre es producido por nosotros mismos.
Tenemos tendencia a echar las culpas a los demás de situaciones creadas por
nosotros mismos. El Tarot y la Magia son conceptos distintos.
Quedarán expresamente fuera de
nuestro trabajo actos tales como: realizar trabajos para separar una pareja,
para perjudicar a alguien, para conseguir el amor de una persona, para que la
otra persona “cambie”, etc. En todo caso pediremos ayuda a su Ser superior para
que le dé luz, comprensión y le despierte el amor.
Dignificaremos nuestra labor en
todos los ámbitos. Y nos esforzaremos para dar una buena imagen. Siempre que
sea necesario defenderemos nuestro trabajo, haciendo pedagogía con nuestro
ejercicio diario en el ámbito privado y público. Defenderemos nuestra labor
delante de afirmaciones injustas, difamaciones y ataques basados en
informaciones inútiles.
REFLEXOLOGÍA
PODAL Y TAROT - COACH PARA HOMBRES
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servicio es exclusivo para hombres
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búsqueda de lo Bello, lo Bueno y lo Justo. Reflexología, Filosofía y Tarot
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Profesional
adherido al Código Ético del Tarot
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