¿Por qué tenemos esta obsesión con el pene?

 


La fijación con el pene y su tamaño es transcultural. Pensar que es sencillamente algo infantil o cultural es un error. Es algo mucho más importante.

¿Por qué?

¿Por qué nos importa tanto el tamaño del pene?



Tener el pene grande nos da seguridad. Tenerlo pequeño, o pensar que es pequeño, nos la quita. En eso, todos estaremos de acuerdo.

¿Qué motivo existe para que ese apéndice que el 99% del tiempo yace muerto e inactivo es tan importante para hombres y mujeres?

Existen dos teorías que explican esta fijación - creo que podemos usar también obsesión - por el tamaño del pene. Ambas son biológicas y darwinianas. Una alega que el pene es motivo de selección natural. La otra, que es causada por la selección sexual.

Esto es lo que te voy a explicar aquí.



Pero primero, te refresco la biología.

Charles Darwin es posiblemente el científico que definió la teoría con mayor impacto en toda la historia. Aunque la gente conoce y comprende el concepto de selección natural (el león que corre más tendrás más leoncitos que correrán más), la selección por caracteres sexuales es un poco menos conocida.

El pavo real, o el arce, tienen exageradas algunas partes de su cuerpo a un gran coste energético y a un gran riesgo para su salud: un pavo real con una gran cola corre menos que ese mismo pavo real sin la cola, haciéndolo presa más fácil para los depredadores.



Entonces… ¿Cómo puede ser que los pavos reales tengan colas tan largas? ¿Cómo, en el nombre de Darwin, esa gran desventaja ha revolucionado el mundo del pavo real? La selección sexual explica eso: las hembras, a veces por motivos poco claros, eligen algunos atributos que no necesariamente son útiles a la hora de escapar de un león.

Lo mismo pasa con la cornamenta del arce. Posiblemente, en un principio, tuviera un rol como herramienta defensiva, pero la presión de selección sexual hizo que aumentara de manera desadaptativa (desde un punto de vista natural) para optimizar la probabilidad de reproducirse.



Y ahora, volvamos al pene.

Existen datos para explicar nuestra obsesión por el pene desde ambos puntos de vista.



Desde el punto de vista de selección sexual, existen datos que apoyan la idea que ha existido presión de selección sexual de las mujeres, mostrando preferencia por los penes grandes. Las mujeres suelen preferir - oh, sorpresa - hombres altos, de hombros anchos y caderas estrechas (el prototipo de cazador eficiente). Además, un pene grande te da un punto extra.

En cuanto a la evolución natural, algunos científicos piensan que un pene más grande permite inocular espermatozoides con mayor eficacia. Al ser más largo, un pene más grande sería más eficaz en transportar los espermatozoides más cerca de la línea de meta.



En cualquier caso, o por cualquier motivo, el pene ha sido importante para nuestra supervivencia de la especie. Cada uno de nosotros somos el resultado de una línea evolutiva exitosa, y eso nos imprime en el cerebro una serie de preferencias o características.

Mucha gente suele pensar en nuestras preferencias o nuestros comportamientos como algo cultural, pero en muchos casos no es así. Los que a nosotros nos gusta o atrae no es muchas veces algo cultural y personal, sino el destilado psicológico de miles años de decisiones acertadas de nuestros antepasados.



La cuestión, que por lo que sea, biológicamente, el pene ha sido importante en la evolución, y eso ha hecho que, intuitivamente, le demos importancia. Hace que, psicológicamente, vinculemos el pene a la hombría, al éxito.

El último giro de guion, que en realidad no es un giro, es el porno. El porno ahonda, muchas veces sin saberlo, en fenómenos psicológicos y evolutivos. Como consecuencia, refuerza esa idea de que un hombre con un gran pene es un semental, y un hombre con un pene normal es indigno.



Cuando vamos a ver los datos de preferencias de las mujeres sobre el tamaño del pene, los que sabemos es que las mujeres prefieren los penes algo más largos, y algo más gruesos de lo común. Como decía una amiga, “mejoran la experiencia de la usuaria”.

Desde luego, los penes que pueden verse en el porno no reflejan ese “algo más” largo o grueso. Son exageraciones anatómicas que la inmensa mayoría de mujeres ni quieren ni disfrutan un sábado cualquiera.

Teniendo en cuenta que el Top3 de prácticas sexuales que prefieren las mujeres en la cama no involucran al pene, creo que el pene tiene - tanto para nosotros como para ellas - una importancia simbólica, además de física.

Por Dr. Eduardo García Cruz



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