Dar y Recibir:


Es frecuente, en el sendero del crecimiento personal y espiritual, que no se comprenda muy bien el motivo de tener que pagar o dar algo a cambio por un conocimiento o una terapia, es por ello por lo que se considera que todo lo relacionado con la espiritualidad o el crecimiento personal deba ser gratuito o sin ánimo de lucro. No obstante, eso tiene sus consecuencias, bien para el que enseña y comparte el aprendizaje, como el que lo recibe.

 

Las personas que no están dispuestas a dar, son las que más quieren recibir. Lo que nos dice su inconsciente realmente es que no están dispuestas a recibir, dado que  no son capaces de dar nada a cambio por aquello que esperan.

 


Las personas, adictas al conocimiento gratuito, suelen ser personas incrédulas que buscan que alguien les convenza de algo y esperan algún milagro externo sin ellos tener que hacer nada para conseguirlo.

 

Sabemos, los profesionales del sector, que muchas personas darían lo que fuese por realizar un curso o una sesión, pero en cambio otros, no están dispuestos a renunciar a otros bienes o placeres para poder costear un curso o sesión. Por lo tanto, es un buen termómetro para medir el grado de implicación.

 


Cuando realmente en alguien surge un deseo de obtener algo, hace todo lo posible por culminar ese deseo.

 

Cuando un terapeuta entrega, sin recibir nada a cambio, se debilitan ambos al generarse un sentimiento de deuda a la persona o personas que se les está entregando.

 

Recorrer el camino que te dicta tu corazón, es el sendero más armonioso y adecuado para ti, dado que tu corazón sabe en todo momento lo que más le conviene en cada situación.

 


El Gurú, en cambio está dispuesto a dar, con la diferencia de que no se siente merecedor de recibir nada, o culpable por hacerlo, sintiéndose por encima del resto con la responsabilidad ficticia  e irreal del que es su deber responsabilizarse de los demás, pensando que es imprescindible y desgraciadamente alimentando así su ego espiritual, una gran trampa.

 

Por eso son grandes líderes con muchos seguidores, como agua para alguien sediento, generándose así una falta de poder para la persona sedienta y dependiente del agua. La persona es incapaz de hacer, sentir o pensar por sí mismo, eclipsado por el Gurú y su poder.

 

Alguien que se conoce a sí mismo, que abraza su sombra y reconoce su luz, que se valora por lo que es y se respeta a sí mismo no acaba siendo seguidor de nadie, pues se convierte en su propio maestro, sintiendo lo que es correcto y lo que no lo es, en definitiva, siendo libre.

 


No pensemos que sabemos más ni tampoco menos que nadie. Desde este punto es importante compartir las experiencias y decir lo que sientes, no para dar consejos, hazlo para inspirar al mundo con tu luz y tu resplandor.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Reflexología en el pene

PROYECTO “HOSPEDAJE DE ÁNGELES Y ARCÁNGELES”

Dioses y Falos, historia de la adoración al sexo masculino.

MASAJE TESTICULAR